martes, 23 de junio de 2009

De muerte


Por aca, en México, la muerte siempre la pintamos con los dientes bien pelados, en una cándida sonrisa mal confundida con burla. Por eso, cuando te encuentro te enseño mis dientes, para enseñarte mi muerte y me correspondes: me enseñas tus dientes, me enseñas tu muerte. Ya a sabiendas de nuestra desnuda igualdad podemos sentarnos uno frente al otro.